MIA
Ronald A. Casas.
El agua es un recurso imprescindible para todos los seres vivos y para el funcionamiento cíclico del planeta. Las funciones metabólicas de plantas, animales y microorganismos necesitan de este recurso. De igual modo, cada actividad humana está relacionada de una u otra manera con el acceso al agua; desde la actividad biológica hasta los grandes procesos de desarrollo e infraestructura necesitan de este preciado recurso natural; el agua no solo se categoriza como un recurso indispensable para la vida sino también para el desarrollo de nuestra “civilización”. En términos económicos, esto se traduce en que el agua es un recurso de alto valor que permite la provisión de bienes y servicios a la sociedad.
El agua apta para consumo humano es escaza, solamente un 3% del cantidad total de agua del mundo es dulce, y se estima que de esta el 0,3% se encuentra en zonas continentales, la demás reposa en casquetes polares.
El consumo de agua se sextuplico en el siglo XX, mientras que en este lapso de tiempo la población mundial se triplico, lo que se traduce en un aumento per cápita del consumo de agua. Sin embargo, a pasar de estos cálculos, el agua no está distribuida de manera equitativa, pocos países tienen acceso a esta, por ejemplo en Europa cada persona gasta en promedio 100 l. diarios mientras en países Africanos una familia subsiste con 20 l. Intensificando esta problemática, en lugares como Estados Unidos, Canadá y países europeos, la cobertura de sistemas de acueducto permiten brindar a la gran mayoría de la población de agua potable de buena calidad en contraste con países de África, Asia y América Latina donde la cobertura del suministro de agua potable es deficiente.1
En un reporte de la ONU, en el mundo hay 1100 millones de personas sin acceso a agua y 2600 millones carecen de retretes, letrinas o algún tipo de canalización. Además, cerca de 1.6 millones de niños menores de cinco años murieron a causa de diarreas y enfermedades infecciosas en el 2005 por no tener acceso a agua potable o condiciones mínimas de higiene. En este mismo informe, se calcula que en promedio mueren 4500 niños por deficiencia de agua potable y saneamiento básico.2 La mayor concentración de estos casos se registra en África subsahariana.
Colombia es un país rico en materia de agua, de hacho, es el séptimo país en el mundo con mayor disponibilidad de este recurso, sin embargo presenta en algunas regiones problemas por desabastecimiento del preciado líquido en épocas secas y especialmente en la actual, debida al fenómeno del niño que ha llevado al razonamiento de agua potable en gran parte del territorio nacional3. En un reporte del Ministerio de Medio Ambiente, vivienda y Desarrollo Territorial del 2006,4 (MAVDT), se afirma que el 27% (cerca de 12 millones de colombianos) de la población nacional no tiene acceso a agua potable.
Constitucionalmente, es un deber del estado garantizar el suministro de agua potable a la totalidad de la población3, sin embargo esto no se cumple completamente, por tanto es violado un derecho no solo constitucional sino fundamental de los seres humanos en particular y de los seres vivos en general; Frente a la problemática ambiental con relación a los derechos e intereses colectivos relacionados con el medio ambiente, existe muy poca experiencia de daño percibida que mueva a los ciudadanos a acudir ante el aparato estatal para pedir el amparo, la protección y defensa de estos derechos frente a las amenazas, las vulneraciones que por acción u omisión puedan cometer los particulares o el estado.6
Por diversos factores políticos, económicos, sociales, históricos, culturales y ecológicos se presentan en diferentes ambientes y a diferentes escalas conflictos ambientales. Los conflictos ambientales se presentan cuando hay un choque de intereses y de derechos, es decir cuando el interés particular está en contra de los derechos e intereses colectivos. 6
¿Qué se necesita parea mejorar la cobertura de sistemas eficientes de potabilización de agua? Dinero, voluntad política, manejo comunitario, estimaciones del consejo mundial del agua, cooperación internacional y Naciones Unidas, estiman que al 2015, para abastecer de agua potable a la mitad de la población mundial es necesario entre 20000 y 30000 millones de dólares.1 además es necesario mayor voluntad política, menor corrupción y programas de desarrollo sostenible que incluyan y otorguen la importancia necesaria a la gestión del recurso hídrico. Así como está consignado en el programa 21 de Naciones Unidas (1992)5 : “La gestión integral del recurso hídrico debe basarse en una perspectiva ecosistémica, en la cual el agua sea vista como parte integral del ecosistema, y como un bien social y económico cuya cantidad y calidad determinan la naturaleza de su utilización”6
Actualmente contamos con tecnologías y técnicas apropiadas hacer un mejor uso del suelo que disminuya la contaminación además de potabilizar el agua eficazmente disminuyendo los índices de enfermedades gastrointestinales y también para depurar las aguas grises antes de servirlas o usarlas nuevamente; sin embargo la disponibilidad presupuestal en la mayoría de las áreas urbanas y rurales no es suficiente para asumir estos costos.1
La gestión integral del agua debe propender hacia la potabilización del agua en los sistemas de acueducto, disminuyendo la cantidad de bacterias coliformes, la prescencia de metales pesados o contaminanates emergentes 7,8. Ademas de velar por que los sistemas de alcantarillado devuelvan el agua a las corrientes de agua lo más pura posible para lo cual se hace necesario, la implementación de sistemas de tratamiento de aguas residuales, dentro de estas para el contexto rural Colombiano es recomendable estudio de factibilidad de humedales artificiales9.
Los planes de ordenamiento de cuencas hidrográficas, se constituyen en la principal herramienta para que el administrador de los recursos naturales elabore el balance entre la oferta y la demanda ambiental, planifique y establezca sobre el territorio los límites y posibilidades para su aprovechamiento.10
La gestión ambiental del recurso hídrico, debe abordar el manejo y solución integral de los problemas ambientales relacionados con la disponibilidad y calidad del agua en una región determinada, mediante el uso selectivo y combinado de herramientas jurídicas, de planeación, técnicas, económicas, financieras y administrativas, orientadas por diversas estrategias de gestión que responden a una política ambiental nacional para el manejo integral del agua; y que garanticen la sostenibilidad del recurso para las generaciones futuras. El esquema metodológico planteado viabiliza la interacción de políticas, estrategias e instrumentos.10
1 Seminario MIA. Maestría en desarrollo sostenible y medio ambiente. Universidad de Manizales. 2010
2.
http://www.unesco.org/water/wwap/wwdr/index_es.shtml3.
http://www.caracol.com.co/nota.aspx?id=9230244.
http://www1.minambiente.gov.co/viceministerios/ambiente/dir_agua_potable_saneam_basico/recurso_hidrico/recurso_hídrico.htm 6. Gonzaga Javier, resolución de conflictos ambientales en le marco del estado social de derecho. Revista ideas ambientales. Edición n° 2. 2007
7. Rojas Ricardo, Eliminación de microorganismos por diversos sistemas de tratamiento. Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente. División de Salud y Ambiente. Organización Panamericana de la Salud. Organización Mundial de la Salud. 2002
8. Rodriguez. M., 2007. Contaminantes emergentes, nuevos desafíos en ingeniería. Centro de investigación en ingeniería ambiental. Universidad de los Andes. Memorias del seminario Geomántica y medio ambiente. UPTC.
9. Llagas C. Guadalupe E. 2006. A design of an artificial marsh for treating waste water in the UNMSM.Revista del Instituto de Investigaciones FIGMMG Vol. 15, Nº 17, 85-96 (2006) UNMS MISSN: 1561-0888 (impreso) / 1628-8097 (electrónico)
5.
http://www.un.org/esa/dsd/agenda21_spanish/10. minambiente.gov.co Las cuencas Hidrográficas en Colombia. 2006